¡Qué solo me has dejado en este vacío mundo!
¡Qué huérfano de amor ha quedado mi corazón!
Me faltas tú y ya no encuentro ninguna razón
para continuar penando aquí sólo un segundo.
Por renacer tu sueño vivo cual vagabundo
que en la noche infinita siente gran desazón;
por no hallar en ella alivio a mi viva pasión,
arrojarme querría al océano más profundo.
Amor, ¿por qué de mi vida has desaparecido
y a una esfera ignota y lejana te has mudado?
Tan solo me has dejado, que más muero que vivo.
Si de mi perenne amor nunca hubieras huido,
siempre habría sido tu eterno enamorado
para quedarme a tu lado como fiel cautivo.
Suspiros y sueños de amor