En un penumbroso rincón del viejo bar un poeta escribe sus versos, no hacen falta verlos, parecieran brotar de sus ojos, ellos están diciendo que la musa inspiradora de esas letras, es un gran amor que se convirtió...EN PASADO.
Un rayito de luz ilumina el raído mantel que alguna vez orgullosamente fue cursi, en el centro de la mesa y dentro de un pequeño florero se ve una mustia rosa, que desvanecida y colgando, pareciera quererse escapar de ese cubículo, tal vez decidió suicidarse solidarizándose de alguna manera, con los pesares del pobre soñador.
Él, inserto en su fantasía, había llegado a la conclusión que esos pétalos moribundos, se habían volado al cielo de las flores, acompañadas por un cortejo de mariposas.
En un momento en que la inspiración se hizo presente, entrecerró los párpados y se convirtió en una cometa, que en un paseo feliz, lo llevaba a todos esos lugares en que junto a ella, habían fabricado algo único...UNA HISTORIA.
Cuando está sobrevolando sobre ese parque divisa una pareja tomada de las manos y una voz como en sordina le hace una confesión a la mujer que tiene a su lado, es la de un joven que mirándola le dice dulcemente: MI DESEO MÁS FERVIENTE SERÍA DESPERTARME Y VER QUE ESTÁS JUNTO A MI.
Sintió un estremecimiento en todo su cuerpo, al darse cuenta que la voz que acababa de escuchar...”ERA LA DE ÉL”.
Lo invadió el miedo y una infinita tristeza, cuando salió de su letargo notó que peligrosamente, se estaban cumpliendo las cosas que siempre temió: VER LLEGAR EL DÍA EN QUE LAS QUIMERAS...SE APODERARAN DE SUS SUEÑOS.
Así pinta la vida, a veces la máquina de los deseos que llevamos muy dentro nuestro, se alimentan primordialmente con las ilusiones dadas por nuestra íntima voluntad de deseos.
Sean eternos los recuerdos que supimos conservar, apañemos y defendamos esa nutriente, que es en definitiva las que nos mantiene vivos...EL PASO DEL TIEMPO:
YA SE ENCARGARÁ
DE CONVERTIRLO
EN CENIZAS
Boris Gold
(simplemente…un poeta)