Sin amor en la esquina de un vagón,
sentado al frente un mirón
que su reflejo distante distingue.
Ojos muertos y cansancio
hablando con él,
el otro yo.
Desamor
Locura
Y alcohol
Mientras las puertas reciben a otro juez,
cuyos ojos son buenos para despreciar
mientras no sea frente al espejo.