En tu rostro yacen
dos dulces dátiles
serena frente
y mejillas suaves
Tocan tus manos
como de ángel
pétalos tristes
de mis rosales
Tiernos abrazos
tus alas ágiles
mi vida llenan
las horas frágiles
Es el bohío
de remembranzas
cientos de afanes
y bienandanzas
Refleja el cielo
sus mil ventanas
y es que mi luna
tu luna extraña
Mi sueño nutren
bellas ondinas
que me transportan
a las colinas
Y me pasean
por los rosales
por el sendero
de madrigales
Y en el camino
veo un bohío
¡y en él tu rostro
dulce amor mío!
©2020 José Luis Silva-Díaz