En el recóndito camino que me aproxima a tus memorias
Me declaro humanamente vencido, ante tu imagen que perfora el tiempo
Tu piel húmedamente inocente, tu aroma elusivo y fresco
Son el éxtasis de mi alma, absorta en tu recuerdo
En la diáfana noche de este estío, que siega tus imágenes
Contemplo en las estrellas tu rostro y tu figura
Estas conmigo a solas, en la inmensidad oscura
Todo es belleza en la evocación ingenua de tu pecho desnudo
Eres la esencia inmortal del amor y entrega
Eres la rosa pagana que desafía la hermosura
No se fatigan mis ojos de mirarte
Se sonroja la vida al contemplarte
Tu boca es plenitud que reza y canta
Tus labios fascinación, de la más pura y santa
En ti se pasma el prodigio de las olas
Al entrar en tu humedad, que impregna y salva
Seremos dos estrellas en la noche clara
Nacidas al amor, en la quietud del alma
Seremos dos amantes que con frenesí se besan
Seremos tempestad, pasión y entrega
Y en el camino recóndito que me acerca a tus memorias
Me detendrá el embeleso del verdor y la aurora
Para saciar mi sed de ti,
Con tu angelical imagen en mi memoria