Tánto y tánto que te quise
Y tánto y tánto te fallé.
Quise ser la mejor madre
Y en todo me equivoqué.
Te hubiera dado la luna
Mas no te supe enseñar
El que los pies en la tierra
Muy firmes deben pisar.
Quise enseñarte a ser noble,
Sincero, justo y leal
Sin advertir: \"Ponte en guardia,
Que otros no actúan igual\"
Al ser noble fuiste débil,
Al ser franco, vulnerable.
No aprendiste a defenderte
De traidores y cobardes.
Te enseñé a vivir el mundo
Como yo lo concebía,
Un mundo de rectitud,
Amistad y simpatía.
Y no te enseñé que a veces
Hay que ser algo pendejo
(en legítima defensa)
Para salvar el pellejo.
Quise que amaras a Dios
Y eso te hiciera feliz:
Ninguna de las dos cosas
Las conseguí para ti.
Quise que fueras feliz,
Equilibrado y sensato,
Y lo único que logré
Es que fueras desgraciado.
Procuré darte un hogar
Que fuera como un refugio,
Sin ansiedad ni disputas.
El resultado fue nulo.
La verdad es que no es fácil
Hacer tantos malabares
Cuando te toca ejercer
A veces de madre y padre.
Con eso y todo me asombra
Lo incompetente que fui
Cuando debí protegerte
Y no confiaste en mí.
Ahora pensando y pensando
En lo que me equivoqué,
¡Cuánto duele darse cuenta
Que como madre fallé!
Sin embargo hay una cosa
Que siempre tendrás en mí:
UNA MADRE QUE TE ADORA
Y ESTARÁ AQUÍ PARA TI.