Zoraya M. Rodríguez

**~Mujer es tu Día Internacional~**

Mujer es tu Día Internacional




La mujer, es todo cuando de ella nacimos todos. Cuando de ella emana el más candor de los sueños. Cuando de ella, sale la bendición. Cuando de ella viene el poder de amar. Cuando ella, nada más que ella sabe del silencio de la ternura. Sabe de la angustia y de la suave caricia, cuando entre sus manos, se sabe que de ella, viene el amor. La mujer no es nada, es todo, cuando de ella, llega la montaña de besos suaves como la brisa. Cuando de ella llega el anhelo de ser y de saber que en el día y en la noche, se siente, como el sabor del pan. Cuando de ella, llega la suave paz, y te hace ver el ruido que haces cuando ella no está. Y si llega ella, ay, de tí. Nunca la desampares, pues, como ella no hay nadie más. Es tu madre, esposa, hija, hermana, y todo aquello que puedas pensar e imaginar. La mujer es siempre y será, la salvadora de tus sueños, cuando en un abrir y cerrar de ojos se pierde tu instinto. La mujer es siempre y será, la mujer ideal, la que realmente te quiere, no te abandona, no te hiere, sino que te hace ver el cielo de azul y no de gris tormenta. Cuando te ama a pesar, de la cicatriz que dejas al nacer. Cuando en el alma se llena de luz, como lo fue abrir y cerrar a una caja de pandora. Cuando la mujer, es siempre y será, la que guarda una virtud, entre lo que es y será, una buena sensación en amar en lo que quiso amar. La mujer, valerosa en su andar, y en su bienestar la fuerza por luchar en un mundo en que sólo el hombre es ingrato. La mujer, mujer valiente, en que sólo el sueño es como ser el dueño. La mujer, como por merecer y da todo su ser. La que en el amanecer se convierte como la  luz. Cuando en el amor, se da como el fulgor. O como todo el dolor, que das la falta, cuando tu alma, se siente fría y densa. La mujer, envergadura que perdura, es como el abrigo en el frío y el calor en el dolor. La orfandad no existe, cuando la luz nace y renace, cuando la luz es tiempo y nunca oscura soledad. Cuando en el frío guarda su abrigo, y que son sus manos y palabras más sabias. La que con dulzura ama la locura, que le dan tus cosas. Esa es la mujer, la mujer con el claro deseo te desea la más breve, pero, la más inmensa ilusión. Cuando la mujer, es y será, la más que puede amarte. Cuando llega tu sonrisa, y le das tu amor. La mujer, es y será, como el agua cristalina, que sin lodo, se hace más clara. La mujer, es sin duda, la que da la vida. Y que por ella, estamos aquí. Es la mujer, y no es por nada, pero, yo me siento así.