Hace rato que no te veía, ¡mira ya por dónde vas!
¿Has seguido mis pisadas?... detente un momento por favor
no sigamos más.
No creo tener una razón para decirte que no vengas, aunque...
podemos aprovechar esta pausa para contemplar el atardecer.
(Buscan un lugar en la arena y se sientan)
El cielo está claro, a excepción de esas nubes de allá.
Las olas refrescan la playa...
¿Puedes respirar la sal? ... (respira profundamente) ...
...
Estoy seguro que si nos ponemos a contar historias
se pasaran las horas mas pronto que nunca.
...
Lamento no haberte visto antes
venia con prisa.
Escucha la brisa...
parecen voces del mar.
¿Disfrutas la vista?
porque ¿Para qué és la vida, si no es para disfrutar?
...
Aun no puedo creer que he estado tan presente
cuando el mar arrulla la playa con sus olas, mientras
seguía caminando sin prestar atención a la arena bajo
[mis pies...
Las olas vienen con tanta calma, pero aun así
se vuelven un nudo cuando tocan la orilla de la playa.
Los cangrejos se esconden en sus huecos y caracoles...
hay caracoles por doquier!! hasta se podría armar un
[mosaico con tantos colores...
Por allá hay algo de vegetación, parece ser una jungla tras esas palmeras
por acá, el mar y sus misterios y aunque parezca increíble amigo mío
ahí atrás yace el camino que hemos recorrido... ¡¿que te parece?!...
(el viejo se pone triste y mira al horizonte)
No conozco mucho sobre las mareas, pero siempre me ha gustado el mar.