Cuarenta estudios del amor y una canción desesperada
Oigo desde la turbia
luna de pan, tus ojos llorando en
la helada rivera de los sueños
cortos y la hendidura de la
turbulencia de paz ocaso.
Dí a mis ojos que los quieres
para que se alegren mis
días y mi vida a tu lado.
Corola de cólera infructuosa
de quejidos del año pasado.
Dime que me amas.