FrancoBouzas

SUSURRO

 Está ahí. Cada vez que me distraigo y no me concentre en otra cosa, está ahí.

 Me susurra al oído esas ideas disparatadas (o no tanto. Por algo siempre están ahí), las ahuyento como moscas que se reúnen alrededor de la podredumbre; prendo sahumerios; medito; busco creer en las energías… pero cuando el incienso se apaga, y en las noches me rodeo de cucarachas, esa voz sigue ahí. Susurrando:

 “-¡Vamos! Solo hazlo. Va a ser rápido e indoloro… quizás no, quizás sientas los dedos de tu padre ahogándote en el aire.

 ¡Vamos! No va a ser peor de lo que ya sentiste. 

 Tanto dolor.

 Por lo menos estas seguro que esta vez va a ser la definitiva.

 Oh no. ¿Te acordás de esa noche en donde pensaste que iba a ser la última? Aun así te arrastraste hasta el lecho y dormiste.

 El sueño te salvo.

 Soñar no sirve de nada. ¡Puras ilusiones que genera la mente!

 El deseo nos corrompe.

 Bien lo decía Buda. Hay que liberarse de todo deseo para alcanzar el Nirvana.

 La muerte del psicoanálisis.

 La muerte del capitalismo.

 La muerte del Yo.

 ¿Qué vas a hacer ahora que destruí todos tus sueños?”