Golondrina sin alas
Porque tanto silencio;
porque callar el desprecio
el insulto, la agresión,
enlutada sombra arrodillada,
tu naciste para ser amada.
Porque cambiaste tu destino
y escogiste un camino
con final sin luz y con rumbo ciego,
destruyendo tus sueños.
Levántate golondrina sin alas
de vida manipulada y silenciosa.
Donde quedó tu dulce sonrisa
y tu mirada de luz y ternura.
Porque dejas marchitar tus días de risas.
Porque te acallan los gritos
y permaneces sumisa ante los agravios
que se vislumbran torpemente
en una burda y desenfrenada vorágine.
Vuelve a la vida y has que retorne
tu sonrisa fresca y tu mirada olvidada,
Que tu carne es palpitante y tu sangre vibrante.
Vuelve con el viento que corre libre
y acaba con la nefasta congoja.
Brota del lienzo a la vida real
donde las mujeres son solo pintura
muerta de niñas sin brazos, sin piernas,
de muñecas destrozadas, despedazadas.
Renace con tus fuerzas
busca el Sol del mediodía.
Abandona el acopio
diario de lagrimas negras
que afuera hay un Sol
alumbrando y brillando
para los seres libres.
la miseria malsana
de una vida pintada de crueldad.
sumisa nunca más.
Recupera tus alas dormidas
y vuela y canta como la golondrina
del campo, rodeada de libertad.
Autor: Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú