Izandro

Pequeña Cama

Para Angélica

 

Reuní los cabellos que dejaras en la cama,

Y forme un delicado ovillo con ellos,

Para ir por ti y no perderme mientras te buscaba,

En el medio de la noche y en el albor de la mañana;

Recorte un trozo de la funda de la almohada,

Aquella que conmigo compartías,

E hice con él un pañuelo perfumado,

Que guardé en lo más hondo de mi alma;

Tome tus sandalias y las acaricie con el Amor que te sentía,

Y mis lágrimas las lavaron mientras llegaba el nuevo día,

Me hundí entonces en el rincón de la pequeña cama,

Que tu cuerpo tibio, junto al lado mío se dormía,

Y simule aquella noche, que a mi lado estabas acostada,

Cuando en verdad la soledad era toda muy sombría;

Te bese en silencio y a poca distancia cuando dormías,

Y te di las buenas noches,

Mientras tus labios, dormidos sonreían;

Hoy es que ya no estás,

Ni tu cuerpo tibio, ni tu voz o tu sonrisa,

Y la pequeña cama que a mi lado compartiste,

Se ha puesto fría en la distancia y la poca lejanía;

Nunca dije que te amaba,

Porque eras solo la mujer,

Que a mi lado se dormía,

Y nunca dije que te extraño,

Porque solo una sonrisa, y un café, a mi lado compartías,

Hoy veo tus sandalias, tu ropa, y el cabello que recogía,

Y me digo que no te Amo y que tampoco te extrañaría,

Pero hay un hondo muy profundo aquí en mi alma,

Un vacío que me ahoga cuando duermo,

Sin que sea una pesadilla;

Hoy… me encuentro nuevamente solo,

En esta pequeña cama... que a mi lado compartías.