Cuando llegan mis recuerdos
dulces, luminosos y callados
suspiro, sueño y tiemblo
sintiendo aquel viento,
que me traía tus caricias
envueltas en olas de te quiero
y el alba sonríe e ilumina
ese espacio donde te espero
que aunque yerto se sostiene,
en la luz del amor que porfía
en el tiempo y en las hondas
las que oscilan en mi vida
enloqueciendo mis tardes,
y haciendo mis noches bandidas
al imaginar que te tengo
entre sonrisas que hilan
mi tristeza de bohemio.
Yamila.