Hoy de tus rojos labios he olvidado el sabor
que de exquisitas fragancias colmaba mi boca
y mi alma conmocionada se volvía loca
con las dulces esencias de tu elixir de amor.
Hoy de tus verdes ojos he olvidado el color.
Hoy mi corazón tu suave mirada evoca.
Hoy en mi espíritu tu recuerdo me provoca
una agradable inquietud y un dulce dolor.
Desde el día que tu imagen voló a las estrellas
y que las rosas para mí ya no eran tan bellas,
mi pensamiento no se ha apartado de ti.
Sigues siendo la flor más bella y adorada,
nunca jamás por mí en este mundo imaginada.
Por ti me muero desde el día en que te vi.
Suspiros y sueños de amor