Dulce

Presagio

 

Cosechando las dudas y los juicios

no germinará la palabra

uno no nace escritor

pule fuerte el interior

palpando cada vestigio.

Observando una luna agorera

vibrando el corazón y su simiente

bajando los peldaños uno a uno

sangrando a veces tristemente

por vivir la nieve ajena.

Y el frío de las proezas de los egos

oscurecieron dos luceros

con el presagio del calor aliviador

y la magia que sostienen los proverbios

en los versos de un fuego abrasador

derritiendo todos los miedos.