Nace el sol al horizonte
Cual bello y valioso rubí
La brisa suave y fresca
De este verano, que se va,
Me da en la cara y eso despierta
Mis ansias por verte.
Hizo nido tu faz, en mi alma
Y te abro mi corazón
Como una flor, mi bella primavera,
Tiemblan mis manos que empuñan
La pluma con la que te escribo
Cuando mis labios te nombran y te llaman,
Murmura en viento entre las hojas
Que se caen celosas y envidiosas
Por este amor que profeso.
Como un ave por el cielo
Van mis besos que habrán de posarse
En las ramas de tus labios que deseo
Con ardiente frenesí,
Te voy buscando entre la gente,
En las nubes que presurosamente pasan.
Palpitante tu imagen que se alberga
En mi pensamiento constante, que me adormecen,
Que me transforma en otro ser cuando
A la distancia te encuentras.
Pronto he de buscar la frondosidad
De los árboles centenarios y sombreando
Mis sueños, enredare las letras
Que un día en mi vejez, te las leeré
Solo para ti, mi amada Cristina.