Ante mi mirada
Una estrella roja brillante
Y se movió entre las nubes
En el cielo negro
Eran nubes ambarinas.
Debajo de mis pies la tierra endurecida
Grietas leves, corazón seco
Cansado de los que lo pisan,
Y el viento tierno aulló
En premonitorios gritos
Ni perros, ni gatos ni almas perdidas.
Un hombre en un rincón oscuro
Esperanza de la estrella descendente
Un ardiente beso del cielo
En la cara roja de quienes la suspiran.
By: Linda Turati