Kinmaya

Instante Inmerso

No deseo contar de mis besos nada,

ni la pasión furibunda que ha calado mis huesos,

tampoco el fuego que enciende mi alma furtiva,

ni los días y las horas que agitan mi mundo entero.

 

Es la lucha desde las vísceras que me dejan exhausto y extraño,

es un galopar hacia mundos que laten distantes,

en un andar solitario por una inquietud que me arde,

entre el sol y la luna invadiendo mis visiones más íntimas.

 

El pesar ajeno llenándome de lágrimas como la lluvia,

inmóvil mi humanidad se hace trémula y se impacienta,

la pincelada que detiene al mundo en un acto mágico,

una luz entre la mano y su pincel amándose infinitamente.

 

Nada puedo contar ni me surge el deseo y podría jurarlo,

mi tiempo fluye en una permanente abstracción impoluta,

no puede importar lo que tenga para decir, un iluso seria yo,

lo que ingresa a mi mundo me duele…o me hace inmensamente feliz.

 

Es algo que te deja inmerso desde el ser, y siempre ha sido así,

puedo beber el mar en un solo instante mirando la nada,

desvanecerme junto a la fragancia de un clavel imaginario,

pero también puedo morir mil veces…y llorar hasta quedarme sin ojos.