A la brava luna que hoy hablaba, hoy no desperté, sino oí mi voz al llamarte, al llamarte te adore y sentí la luna brava, tan falsa y despreocupada, mi luna brava, que no es luna son tus ojos que mi voz llamaba.
Nada como mis planetas esmeraldas, son tus ojos que clavabas en la luna, una que no es brava y que mi voz no llamaba.
El sol, llamaba mi voz para que se aleje, sin mas remedio lo adore, porque te alumbraba y te daba encanto, no de luna brava, si no de estrella en madrugada.
Nada mas que tu voz que movía mi corazón, entre estrellas y planetas que giran a tu alrededor, una galaxia falsa, la que yo vivía, al sentir tu compañia, nada mas brava que tu, la lógica y la razón no llegaban a avisarme del error, solo pensaba en ti, luna brava.
Llego el amanecer, se fue la luna y ya no te encontré, un agujero gigante en el cielo, mis noches vacuas y pienso, nada como mi luna brava, tan despreocupada y falsa, sin tu brava falacia, sin tu voz que encanta, mi cielo no es nada, mi luz de madrugada es solo una luz que no esta enchufada, me preocupe por ti, mi luna brava, con ojos de esmeralda, tan falsa y despreocupada.
Hoy desperté y mi brava luna no estaba...
El poema no es mío, pero la persona lo quiso dejar en anónimo y que lo publicara yo.