Soy invierno negro que te amó
aquel de corazón sin rumbo,
amante de piedras sin valor
vagabundo de un mundo burdo.
Soy la brisa fría que llegó
volcan en furia de un desierto,
pájaro muerto que nunca miró el sol
por haber naufragado en el tiempo.
Soy la primavera vieja que durmió
contando estrellas en el firmamento,
en noches luna yo te haré el amor
y nunca olvides nuestro juramento.