Me dicen que erija muros
cuando he nacido para cabalgar a las estrellas
desde los ventanales
el brillo que agrieta la noche
me llama a lo inconmesurable
yo bebo de los destellos de lo impensable
y no me afianzo a las vallas que apresan a los espíritus
si hay condena por imaginar lo inimaginable
no me marchito
mis sueños son aves a punto de romper
el cielo
al vapor falaz que nubla mi vuelo
mis sueños son el preludio a creer
lo que otros ignoraron a ras de piso.