Es que ya no tengo ganas de quedarme con las ganas y debo revelar este sentimiento que llevo dentro, porque te nombro cada día más y más todos los días.
Los sentimientos me invaden, me suben, me desvían. Ahora solo te veo en un camino conmigo, un camino tan fiel como la ruta del sol todas las mañanas.
Cuando tus dientes sonríen con ese color marfil, yo quedo hipnotizado y satisfecho al saber que más sinceridad no puede haber porque en este basto mundo, solo me bastó contigo para tener todo lo que quiero.
Mujer, yo te veo por todos lados; En mis sueños más profundos, en las calles más populosas, en las tardes más lluviosas, en ese momento cargado de minutos.
Tu aroma es mi respiro, tus manos mi destino, la vida es un canal de agua dulce donde vuelo contigo y me pierdo con suspiro. Que solo el tiempo nos separe y la vida nos ampare.
Yo nunca pido deseos y es el amor que te hace ver lo que nunca viste y sentir lo que nunca sentiste, es refugio de la realidad.
Todo puede ser amargo, pero cuando nuestros labios juntamos no existe ningún mal.
Eres rosa que engalana mis jardines, semilla del fruto que más me gusta comer, lo eres todo y a la vez todo es tan poco para esto que siento porque no se puede describir de forma tan perfecta.
El amor sucumbe cuando algo más lo sobrepasa; algo que solo puede existir aquí entre tu y yo. Transformamos la consciencia y las razones en conexiones que nadie más podrá tener.