mucho de lo que sé
lo tomé prestado
de tu voz
tal vez no pueda
devolverlo
o no sepa
o no quiera
me quedaría lento
escasamente solo
si lo pierdo
nadie nos vio
entonces
nadie ahora
puede vernos
ni tú te viste
ni yo me vi
ambos
perdimos
nuestras miradas
tu sabes la mía
yo sé la tuya
y para recuperarla
no basta tener
los ojos abiertos
nos hacemos falta
para despertar
para escapar
de lo casuístico
y lánguido
reponiendo
lo visto
dentro de los
recuerdos
sin que nadie
pueda imaginarlo
ni nadie logre
adivinarlo
Eduardo A. Bello Martínez
Copyright © 2020