Guardián De Ángeles

Induces sensaciones

Insecto con envestidura de caballero,
eso intento ser, para resguardar tu alma,
embriagarme de tu corazón que se estremece
quebrando tus pesadumbres de mujer.

Los gimoteos de desesperación que emites
quiero cesar, y ahuyentar el humo
y la niebla que con odio se eleva
privándote de palabras, las que en el sol fundes.

No pierdas la paz ni los sueños ni el sosiego,
porque yo, insecto siempre azul simbolizo tu esperanza,
aprisiona a las lágrimas de tu alma
y que no te circunden con vileza si bailas.

Que sea mi contoneo lo que te complazca,
quiero en tu atmósfera ser viento con suavidad
y sobre la sutileza de tu piel, ser aceite,
con tal que la dicha jamás concluya.

Que mi alma refleje tus energías,
reproduciendo la fidelidad de tu figura;
en tu desolación quiero ser júbilo
y regodeo ser para ti, rato con rato.

En tus soledades clandestinamente seré
guardián de todas tus remembranzas,
como aquel alado que con el poder casi celestial
del amado te cuenta mil historias.

Me embelesas cuando te arrobas,
irremediablemente induces sensaciones
en mi ser con el sabor que en tus labios prefieres
y más con las caricias que tatúas con tus arrojos.

Me emocionas cuando te emprendes
con palabras que alimentan las ensoñaciones,
me encantas cuando me inquietas
con esperanzas sin dueños aunque ciertas.

Me extasías cuando crees en los lirismos
cuya certeza parece libre de manías
y que pueden trocarse tan siniestros
si la vida desvirtúa nuestros indicios.

Me conmocionas cuando me amas
por el hecho de que yo te amo,
cuando me extrañas y por eso mueres,
cuando me esperas y por eso agonizo.

Me arrobas cuando confías en mi voz,
por cada expresión que te evoca,
por cada frase que inmoviliza a la suerte
y por las reacciones que en ti se avivan.

Nuestras almas se entrelazaron
en unidad indivisible,
con el fulgor que esplendorosamente
es más cierto y más probable
que el sol mismo, tan rutilante
que las mismas hadas
queden acaso con bastante animosidad.

En un arribo inesperado
voy a ser la causa que provoque
el cumplimiento de todo anhelo
y sueño tuyo, y así cuando yo muestre
el bastón para guiar tu camino,
confíes plenamente en mí,
para construir juntos un horizonte
de dicha y de arrebato.