Me pasearon...
Camino del cementerio,
Desnudado...
Entre trigos y matojos,
La luna llena...
Acaricia mi destino,
Y en la pureza del crepúsculo
Diez inviernos se desgastan...
Preñados muy temerariamente,
Por la negrura inapropiada
Del recuerdo.
Nadie conoce...
La libertad de su conciencia,
Salvo aquel que vive apegado
Y empeñado...
En la inocencia declarada
de sus pasos.
Como álamo
Estridente...
Y en su temblor,
La vida pasa...
En la inadmisible virtud,
Desahogada...
De toda su tragedia.
P.D. En honor de todos aquellos
que murieron, fruto de la violencia
y la injusticia.