AVE…
La ternura, que te invade por doquier,
Las pocas vivencias que hoy ostentas,
Tu singular frescura, dulce como miel;
Tu inocencia pura, que me atormenta…
Tus labios tersos y dulces de ensueño,
Tu bello rostro en mi incipiente pasar,
Tu mirada encantadora, aún sin dueño;
Tu amor errante, también sin comenzar…
No han pasado en vano, así por mi vida,
Fingiendo todo el tiempo, al verte pasar,
Pareciendo imposible, evitarte la herida;
Y una vida sufrida, sin que me puedas amar…
Pero soy como un ave, errante en el viento,
Tan distante y cerca como pueda sortear,
Y tú eres como un ave, pausada en el tiempo,
Causándome lamento, y ni cuenta te das…
Por eso eres mi ave, del caprichoso tiempo,
Por una jugada sucia, con apariencia ilegal,
Sin poder tenerte, pequeña ave del viento,
Por culpa de ese tiempo, que es un criminal…
Así que vagamos errantes, cada uno en su hastío
Yo sin poder tenerte, resignado en soledad
Y tu viviendo, sin disfrutar de ese amorío,
Tal vez de alarido, que no te podré dar.
ARTURO DOMÍNGUEZ
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