éste furor es tuyo
o sea
tú lo provocas
y lo encausas
tú lo diriges
porque al sentir
tus manos
brota la música
de cada dedo
instrumentos
calificados
y ciertos
escrutando
la partitura
que ofrezco
rozando cada nota
levemente
y su andar sobre
los acordes
van erizando
toda una orquesta
que se levanta
y vibra dentro de mí
el aleluya de Händel
y hasta el aire
alrededor
se detiene sin aliento
ansiando el
siguiente movimiento
Eduardo A. Bello Martínez
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