Perdón Mujer, niño, anciano
por siglos de brazas y ceguera
por insultar la verdad
con estúpidas migajas.
Perdón por esta historia equivocada
corona de olvido
trajes de indiferencia
perdón por este latido
de piedras y latigazos.
Por la dificultad
de mirarte a los ojos
al mediodía del otoño
de la injusticia.
Imposible borrar con un día
tus no derechos
imposible borrar sometimiento
tu no propiedad
imposible liberar las culpas
del prepotente privilegio
y la supuesta superioridad
auto designada.
Claudio Ernesto