No quiero, ni pretendo
que pienses,
como suelo pensar
… duelen mis pensamientos…
ni pretendo, ni quiero
que sientas,
como suelo sentir
… sangran mis sentimientos…
No quiero, ni pretendo
que puedas compartir
mis emociones…
… se quiebran mis pasiones…
ni siquiera que aceptes,
ni entiendas
mis argumentos…
… mis vacíos de adentro…
Me mueven las entrañas,
las vísceras abiertas…
en perpetuo conflicto
la razón y el delirio
estalla en mi conciencia…
no puedo controlarlo
tal vez…
no quiera remediarlo…
No me siento poeta…
jamás lo intentaré…
… no puedo serlo…
lo que escribe mi puño,
se muere en el segundo
que escapa de mi ser…
se convierte en lenguaje
cotidiano del alma…
sólo sé que las letras,
los versos, las palabras,
me alivian la inquietud…
me liberan… me calman…
me llenan de ilusión…
…mis frases de hojalata…
Mi conciencia me dice,
que muchos de mis versos
jamás serán poesía…
…porque solos…
desnudos, sin complejos,
sin prejuicios… sin aliento…
transparentes y simples,
sólo expresan mis llantos y lamentos…
Le escribo…
al día intenso de las calles…
al grito de dolor de las aceras…
al polvo que recojo en las miradas
de escombros que acumulan las veredas…
a un enero de frio…
y a un abril colorido…
le escribo al caminar de los perdidos
y a las frágiles aves… que han perdido sus nidos…
respiro en mi interior… olor a hierba,
y con los pies descalzos camino por la tierra
y beso de rodillas, la energía del barro…
más luego… al trasladar a un folio en blanco,
el resultado fiel, de mi aventura diaria…
vacío el excremento de mis dudas…
y alimento mi alma
con la sabiduría,
que aprendo cada día…
He intentado mil caminos,
me equivoco en los destinos…
tantas veces… vuelvo al sitio de empezar
y son tantas… que me vuelvo a equivocar…
Por eso escribo y vivo
y aprendo en cada camino
y voy soltando ese lastre,
que no es poesía ni es arte…
Liberarce
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