A veces camino solo en este mundo,
bajo el cielo prendido y también nublado.
Como perdido en una chispa de la vida,
que va muriendo en este mundo malvado.
A veces me siento inmensamente pequeño,
como grano de arena en cielo abajo.
Como gota de sangre sobre un espejo,
que va reflejando mi rostro ya cansado.
A veces me duermo escuchando un canto,
dentro de valles, selvas y también mi prado.
Como un roble que tira sus hojas ya secas,
y se acompaña con el llorar de cielos pardos.
A veces es solo el suspiro de un espíritu ya distante,
también es el quejido del niño que aún duerme.
Como si las aves presagiaran ya mi muerte,
aunque mi dolor y angustia sea perenne.
¡A veces!
¡a veces!
¡a veces así me siento!
...como huesos bajo el inmenso cielo.