Amor oculto y silencioso,
fiel y ferviente amante,
mis ojos embelesados
se pierden en tu semblante.
Me deslizo por la profundidad
de tus pensamientos,
mientras mi alma ingrávida
franquea el firmamento.
Me transportas a tu mundo
llenándome de tu fragancia,
me fundo a ti, anudando
mis sueños a tu presencia.
Como una peregrina
en procesión solemne,
me encumbro en ti,
hasta morir en tus labios
que me cobijan y reviven
con su divina sabia.