Guardián De Ángeles

Hacia un mejor cielo

Cuando el tiempo haya acaecido,
unidos persistiremos
por todo lo inabarcable de la eternidad;
con la hermosura, firmeza y certeza
de nuestra unidad que se trueca indivisible.

Quiero encontrarte cuando te sientes perdida,
y ofrecerte otro mar en el cual navegues,
arrullarte agitando a las olas de tu cama,
hacerte sentir conmigo tan envuelta,
si tus ratos son timoratos que cesen
y así extiendas el deseo de corresponderme...

Quiero cercenar bruscamente los reconcomios
de tus horas, las que siendo macilentas te hostigan
y ser elocuente en el silencio expresando mi cariño;
ser tu calma, en el furor de una erupción
y viajar juntos al cielo que luminosamente nos aguarda,
para opacar al estruendo del orbe con el calor
de un grito, de nuestro grito,
cuando nos amemos con delicadeza.

Si la luna no alumbró mi aposento en esta noche,
no es debido a que ella en mi cielo no irrumpió,
acaso, porque los nubarrones no se despejaron
y las tormentas se enraizaron en mi azotea, tan renuentes.

Mas no por la tempestad, la luna hermosa
olvidó su cometido, puesto que ya lo había asegurado
y tu cariño, en un resquicio me entregó,
así, estuviste conmigo, permaneciste a mi lado,
férreamente, para refrendarme con un beso
tu juramento de amarme para siempre:
de ser tú mi niña y yo ser su todo.

Si mis labios besas con vigor,
si a mi lado te quedas por la eternidad,
si entre la multitud tus brazos me protegen,
no te dejaré nunca sola, aunque yo esté ausente.

Irrumpirás en lo inquietante de mi calma
y me fugaré contigo hacia un mejor cielo,
y quedaremos beodos con el licor de un beso,
muy lejos de toda la maldad.

En lo intangible de tu espacio esbozaré un anhelo
y gracias a la soledad como tu aliada
dormirá tu alma que combatiente permanece,
en tu pecho guardarás la esperanza
de que siempre me hallarás al final.

Por océanos sin explorar arribarás,
para acompañarme en los caminos de alborozo
y cuando se logren unificar tu ser y mi ser
sabremos que al fin seremos eternos.

Déjame derramar mis versos
en el interior de tu alma,
déjame entrar con movimientos finos
en el centro de tu ser
y llevarte al universo.

Déjame entrelazar nuestras integridades
en una eternidad que se muestra pasajera.

Déjame completar a mi mitad
con tu mitad.

Déjame conectar en tu punto de control
al vínculo que nos une indisolublemente,
el cual no permitirá que nos separemos
y tiernamente asumamos
a estos sentimientos
que han de florecer juguetones,
al amanecer,
en una nueva flor.

Amar con el alma,
cuando se vive en dos mundos diferentes,
amar sin que la distancia pueda triunfar,
cuando los amantes se encuentran
en un mundo alterno.

Hay un nuevo cielo donde no existe lo distante,
donde es viable al cerrar los ojos
el tomarse de la mano,
caminar sobre extensos pastizales
y solamente escuchar embelesados
las pulsaciones agitadas
de las dos almas que se abrazan.