Ayer visité el acuario
tratando de encontrar,
un Caballito de Mar
que alguna vez en mis
sueños vino a parar.
En todas partes busqué
y sólo allí uno encontré,
mi Caballito de Mar,
el que dejaba un anillo
al nadar.
Para llevarlo conmigo,
muchas cosas intenté,
una y otra vez,
pero lo que más lamenté
fue que no lo logré.
En un banco me senté
a llorar con la pena
de no tener posibilidad,
para salvar
a mi Caballito de Mar,
que dejaba un anillo al nadar.
Con la angustia que sentía,
decidí contarle a las personas
mi mal sueño,
que el Caballito de Mar
se asfixiaba,
con una burbuja de agua
que tragaba
y se ahogaba.
Los empleados del acuario
me escuchaban y se reían,
porque les parecía un cuento.
Y al volver donde el estaba,
mi Caballito de Mar,
ya se agonizaba.
Con tristeza y llorando,
me alejé de allí caminando
y en las manos
cargando ya sin vida
a mi Caballito de Mar,
el que nunca jamás,
dejará su anillo
al nadar.
Que crueldad.
EVOLA.RL
13/03/2020 RD