CANTARES.
El cielo lloró rocío,
la tierra mojó sin llover,
así llora el corazón mío,
cuando te suele querer.
Y al igual aquella nube,
que se opone a llorar,
es agua que del mar sube,
predestinada a nevar.
Así la lágrima no llorada,
se hace perla apetecida,
a derramarse destinada,
cual bálsamo a una herida.
Y el amor a su venida,
no sabe lo que es llorar,
es cual barca atrevida,
sin temor a zozobrar.
Más no todo en la vida,
es tersa como la rosa,
que fragante y hermosa,
tiene espina escondida.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Marzo 1 del 2020.