Anngiels Simplemente Mujer

El libro de la lujuria

 

Él le abrió las piernas como si lo hiciera con el Kamasutra.

Ella dejó que leyera en las coralinas hojas de su sexo sus deseos más íntimos.

Sintió los dedos caminar suaves y certeros mientras la lengua escribía las delicias de sus pecados.

 El goce consumía las hojas del libro de la lujuria en la hoguera de su ardiente aliento.

Firme señalador fue hendido en su centro hasta el amanecer.

 

Angela Grigera Moreno

Derechos Reservados

 

Texto de una antología de Libripedia