Cuando beso tus manos y te miro a los ojos,
son momentos grandiosos, que me ponen de hinojos.
Perfección y ternura, cualidades flamantes
descollando en tu ser como magnos diamantes,
son las piedras preciosas, verdaderos brillantes
que provocan pasión; del amor son causantes.
Amarrado a tu talle, desafío barreras
aunque sean agrestes, empinadas y fieras.
Agradezco a la vida por lograr mis antojos
estoy lleno de paz y de gozos constantes
he logrado la meta, derribando fronteras.