Convenceme de no quererte, convénceme de no seguir pensándote, convénceme de no vivir entre sueños aquello que no puedo dejar de acez...
Con tus besos acalla mi corazón, ¡no!, encandila mi interior, enardece y atiza todos mis sentidos, golpea cual embate de turbulentas olas este
insaciable farallón.
Déjome de engañar, en realidad no te quiero, te amo.
Amo cada momento que te hablo, amo tu melifluo hálito, tus lindos ojos, tu bella mirada, tus bermejas expresiones, esos labios y morrillos que agasajan al suave viento, y como no, amo también esa sonrisa que me obnubila los más intrincados pensamientos.
O amo con quién he vivido indecibles momentos imaginarios? Amo aquello que no ha pasado? Amo a quien no he encontrado?
Sí, amo a quien no me ha amado.