Estamos en un mundo moderno
rodeados de diversos placeres
que solo conducen al infierno,
coloridos como alfileres,
con sugerentes ligeras formas
que parecen broches de realeza,
puedes verlos en las plataformas
proveyendo volátil firmeza.
Lo impalpable de estos embelesos
pueden conducirnos al abismo,
son como baladíes diviesos
pero obscuros como el budismo.
En definitiva, los deleites
son efímeros como lloviznas,
son adustos y rancios aceites,
ricos bocados agudas briznas.
Copyright Milye Florian 130320