La luna ilumina tu rostro,
su luz abrillanta tu sonrisa
y tus ojos enamoran mis sentidos.
Con tinta indeleble de tu mirada
has marcado mi robusto pecho
enajenando mis momentos.
Los arroyos que forma tu cabello
sobre tu pálida espalda desnuda
enloquece cada nervio de mi cuerpo.
El toque de tus dedos electrifica
cada punto de mis adentros
y desearía no soltarte ni un momento.
Pero el destino no está a mi favor
y te aleja cuál estrella fugaz
dejando una estela de amor a tu paso.