Escribo para ti,
porque eres las vendas que sanan mis heridas,
la túnica que me cubre del frío,
las sábanas que me guarece de mis temores.
Escribo para ti,
porque no sé otra cosa más que expresar
en un papel blanco y sin rostro
las lágrimas que nunca supe derramar,
y que se quedarán aquí manchadas.
Muchas veces dudé de mi existencia,
de que mi voz fuese capaz de pronunciarte,
capaz de que con un mero y mísero bolígrafo,
embellecer unas palabras en blanco y negro.
Escribo para ti,
porque sueño entre líneas,
sueño con versos a los que
ni mi voz puede pronunciar,
a los que mis oídos no pueden escuchar.
Escribo para ti,
porque eres mi verdadero amigo,
un amigo al que nunca te traicionan,
y si un día tuviese el valor de clavarte una estaca,
sabrás perdonarme y consolarme
de aquellas lágrimas de culpabilidad.
Escribo para tí,
bella y majestuosa
playa de recuerdos insólitos...
«La poesía eres tú. »