La misteriosa nave en el mar conmueve
Su linaje en el fondo, decaída se ve...
Y como una brisa de suspiro, al leve
Desaparece en el fondo como esté.
Como una visita de quien llega breve
Parece el objeto lejano... Pero ¡que!
¿No hay otra nave divina que le lleve
Arrastrando del fondo con una red?
Sé de otro encuentro así desesperado
Así ciego, así de frágil y desgarrado.
Donde se ve en una piedra solemne
Otro objeto caído del cielo y acabado.
Por, Miguel Ángel Peñafiel Miranda.
Poeta guayaquileño.