El cielo azul claro sobre el prado verde.
Bajo el tronco del árbol recostada
notaba la caricia de su sombra,
sentía el frescor vivo de la tierra
escuchaba el crujido de hojas arrugadas.
La ternura del silencio lo envolvía todo
en su alma sensitiva.
El bosque, hogar de vida y sensaciones
extendía su mano al descanso
el cuerpo vibraba complacido en su calma
con el beso suave de la brisa.
Una lenta sinfonía de aves
ponía punto final al delicioso atalantar
de la naturaleza.
15-03-2020