Las mujeres de la vida
se clavan a la puerta y te sonríen
cuando tu madre dice
no las mires.
Deben guardar algún secreto,
hablan en voz baja con los hombres
de ojos tristes
y golosos.
Del Brasil llega un barco
cargado de revistas
con bañistas
y mujeres de la vida.
Enseñan cosas.
Tienen algo que ver con los pecados.
Tienen algo que ver con los infiernos.
O es envidia.
Las niñas bonitas no pagan dinero.