Tus deseos son flamas inmunes al viento
y tu te obstinas en soplar
pero es inútil
no hay aires que sometan a lo que verdaderamente sientes
ni siquiera la lejanía
el barco no deja de ser barco
aunque se vislumbre como un punto en el océano
tus deseos son gorriones que no saben de jaulas
de cadenas
y tu los sofocas con celdas ilusorias
cárceles de papel
y aranceles falaces.
Podrás darle vuelta a esta playa
para al final
regresar a tu punto de partida.
Algun día quedaremos ciegos
y la playa no existirá más para nosotros al igual que nuestros deseos.