Corazón
¡Bah!, y que en el corazón un latido,
fuerte como el sobrio y mar tan hondo,
que sólo solloza por dentro del pecho,
porque es tu corazón como la razón,
y tanto desenlace como el crudo porvenir,
y tan incierto como el desván de recuerdos,
que atrae mi delirio en un solo morir,
porque me das el ingrato e intruso corazón,
que late como bate al fingir un sólo deseo,
cuando lo que más yo creo,
es lo que siento en una sola pasión,
¡oh, corazón, oh, corazón!,
¡bah, ay de mí!,
si yo de tí soy una desazón,
¡bah, ay de tí!,
si yo de mí soy una sola imperfección…