Besa el céfiro las amargas lágrimas
de unos ojos verdes que lloran en el olvido
las dulces palabras de amor que atravesaron
dos corazones sin haberse comprendido.
Las alas del viento se llevan las claras perlas
de los verdes ojos que lloran en el olvido
y en el negro silencio de la noche
quedan gimiendo dos corazones malheridos.
El rumor del aura pasa silente
entre las verdes ramas de los viejos olivos,
despertar no quiere con su susurro
los dos corazones adormecidos.
En el negro silencio de la noche
dos corazones lágrimas de sangre han vertido
y las agitadas alas del viento
al abismo se han llevado dos verdes suspiros.
En las alas del viento