Por los niños juntemos con fuerza nuestras manos,
su sufrir aplaquemos, es deber de cristianos.
Son seres indefensos, marginados sociales,
ellos están propensos a maltratos brutales
con dolores inmensos, físicos y mentales
los casos son muy densos, no obviemos las señales.
Es triste su futuro, situación peligrosa
su pan no está seguro, su condición ruinosa.
Es hora de que actuemos, los niños son humanos
delicados e intensos, sensibles y joviales,
brindemos con apuro la mano generosa.