Se abstuvo de hablar
La noche no durmió,
Que virginidad tan densa
Su cuerpo desprendió.
EL CRONISTA cayó en sus labios
Mojándose de amor de calle.
Y la LOCA lo amaba ¡
Como encinta de magia,
REBESADA GRITABA, ENCENDIDA.¡
Tanto amor, tanto amor.
El Juglar versifico sus voces
Y la perturbada lo miró.
¡QUE INUTÍL INOCENCIA¡
¡QUE PAZ AMETRALLADA ¡
Y la loca describía en sus manos
Añales de sables salvajes ¡
Que amorfa esos ANDRAJOS ¡
De antigua compostura,
REBESADA CANTABA, LLORABA ¡
Tengo calor en el dolor¡
TENGO CALOR EN EL DOLOR ¡
Y se perdió en la CALLE,
Después.
Víctor Julio González (1982)