Llora la tarde dormida,
llora el ocaso sin frente,
llora la luna de noche
y el sol llora en la fuente.
Llora el agua de los mares,
llora la lluvia sin verte
y bajo la tierra de invierno
llora el alma pendiente.
Llora la rosa su espina,
llora el tallo firmemente
y sin flores y ya desnuda,
llora la primavera inocente,
y todo por un virus inclemente.