Matias 01

¡AY DOLOR!

Me senté ante el sepulcro tierno,

vi el desorden plasmado

en el tránsito de un alma que se va.

Vine con ebúrneas flores y un adiós

con estrofas

de una oración doliente

nacida de la ausencia

 

Un largo rato he suspirado una fuga

como un labrado prisionero

que ha urdido en sus sombras

una ilusión viajera

En el silencio se van deshojando ensueños

plasmados en sangre de un ayer

con infinito azul

y hoy al bajar para siempre

son fermentos redentores

de una sed imposible

cargada en una cruz

 

Y si hay dolor

y mucha espina clavado en este corazón,

también hay

un mar rojo en que arde mucho

el recuerdo dulce de un amor.